15 logos fundamentales para la historia del diseño gráfico

Desde 1991, cada 27 de abril se celebra el Día Mundial del Diseño Gráfico (Día Mundial del Diseño de Comunicación desde 2012) en conmemoración de la fundación en Londres, en esa fecha pero en 1963, del International Council of Communication Desing (Icograda); unión de asociaciones relacionadas con la gestión, la promoción y la enseñanza del diseño gráfico. En arzuComunicación, por cuestiones obvias, nos sumamos a la celebración con este repaso a 15 logos fundamentales para la historia del diseño gráfico.

¿Un poquito de historia?

Aunque podríamos remontarnos al paleolítico para encontrar ejemplos de comunicaciones gráficas con propósitos específicos, fue en el periodo de entre guerras mundiales cuando se sentaron, en la escuela alemana de la Bauhaus, las bases normativas y los fundamentos académicos del diseño gráfico como profesión tal y como a día de hoy la conocemos; algo que ya comentamos en nuestro artículo Bauhaus, la escuela de arte más influyente del siglo XX. Sin embargo, fue el tipógrafo estadounidense William Addison Dwiggins quien en 1922 acuñó por primera vez el término «diseño gráfico».

Tipos de logos

El diseño gráfico abarca varias áreas fundamentales, entre otras, la información, la didáctica y la persuasión. Esta última incluye la publicidad y la identidad corporativa, que es la que habitualmente otorga más notoriedad al diseñador gráfico por la continua visibilidad de las representaciones gráficas de las marcas. Dichas representaciones se conocen popularmente como «logos«, y se clasifican de la siguiente manera:

Logotipo: Imagen formada únicamente por un conjunto de palabras o caracteres tipográficos.
Imagotipo: Composición formada por un símbolo y un texto, quedando ambos separados. Cuando la marca es muy conocida funcionan bien de manera independiente.
Isologo: Como el anterior, lo forman una imagen y un texto, pero esta vez unidos e inseparables.
Isotipo: Representaciones simbólicas que comunican la marca sin necesidad de mención textual. Se dividen a su vez en 6 tipos:
- Monograma: Conformado por una o varias iniciales de manera libre.
- Anagrama: Unión de varias sílabas, ideal para marcas con nombres muy largos.
- Siglas: Similar al monograma, utiliza iniciales de la marca, pero de forma legible, de manera que se pueda mencionar de forma separada.
- Inicial: Como su nombre indica, representa a la marca utilizando sólo la primera letra de su nombre.
- Firma: Similar al logotipo, pero refleja la autenticidad de una firma personal.
- Pictograma: Símbolo abstracto o figurativo que acompaña a un logotipo.

15 logos fundamentales para la historia del diseño gráfico

1. Coca-Cola, Frank Mason Robinson (1887)

Inicialmente se comercializaba como medicina en las farmacias pero acabaría convirtiéndose en el refresco más vendido en el siglo XX. Su logotipo es tan antiguo, y ha cambiado tan poco, que ha dado tiempo de sobra a especular sobre posibles mensajes subliminales ocultos: que si aparece la silueta de un elefante en la palabra «cola»; que si se invierte horizontalmente se puede leer en árabe «ni Mohammed ni Meca»; que si se coloca de forma vertical se puede ver un hombre blanco escupiendo a un hombre negro…

2. Michelin, Marius Rossillon (1898)

De este imagotipo destaca su popular símbolo, Bibendum, un carismático muñeco formado por una pila de neumáticos; que fue elegido por numerosas revistas, agencias publicitarias y periodistas del automóvil como «el mejor logo del siglo XX». Originalmente se trataba de un muñeco «bebedor de obstáculos», con gafas y puro, que brindaba con una copa llena de piezas mecánicas; y en algunos carteles aparecía con un cuchillo sobre sus competidores ensangrentados. No resultaría tan simpático como ahora…

3. Mercedes-Benz, Gottlieb Daimler (1909)

Oficialmente, la estrella de tres puntas simboliza los tres campos en los que operaba Daimler-Motoren-Gesellschaft (empresa que aportó el nombre de Mercedes al fusionarse con Benz & Cie), tierra, mar y aire; pero hay una historia más poética al respecto, que Daimler marcó una estrella en una postal en la que se veía su casa diciendo a su mujer que esa estrella brillaría algún día sobre su propia fábrica como símbolo de prosperidad. La simplificación del logo llegó en 1933, aunque hoy en día el nombre aparece bajo la estrella.

4. Juegos Olímpicos, Pierre de Coubertin (1912)

La teoría más extendida sobre el origen del símbolo es que los cinco anillos de colores representan a cada uno de los cinco continentes participantes; idea que el Comité Olímpico Internacional rechaza. Lo que sí es seguro es que fue inspirado por el logo de la Unión Francesa de Sociedades de Deportes Atléticos; que se componía de dos anillos entrelazados, como el clásico emblema del matrimonio, con los colores azul y rojo sobre fondo blanco.

5. BMW, Franz Josef Popp (1917)

Existe una leyenda urbana alrededor del isologo de la marca de automóviles BMW, que incluso se cuenta como cierta en la película Descubriendo a Forrester (2000), de Gus Van Sant; que dice que el símbolo está formado por dos hélices giratorias de un avión con el cielo azul de fondo. El error probablemente se deba a que originariamente se dedicaban a construir aviones, y en la portada de una revista de 1929 en la que aparecía esta fotografía:

En realidad, eligieron como nuevo símbolo, en 1917, los colores de Baviera.

6. Toro de Osborne, Manolo Prieto (1956)

Aunque se concibió como valla publicitaria de carretera para promocionar el brandy de Jerez Veterano (y Magno en Méjico), la enorme silueta de toro de 14 metros de altura fue declarada en 1994 por el Congreso de los Diputados como «patrimonio cultural y artístico de los pueblos de España». Hoy en día es uno de los souvenirs más adquiridos por los turistas.

7. James Bond, Joseph Caroff (1962)

El origen del imagotipo de James Bond es curioso. Joseph Caroff se basó en el número de agente secreto de Bond para crear un logo que identificara al personaje en la documentación relativa a la producción, pero sin pretensiones comerciales. De hecho, sólo cobró 300 $. Gustó tanto cómo quedaba con la pistola que acabó siendo el imagotipo oficial de la primera película, y de toda la saga.

8. The Rolling Stones, John Pasche (1970)

Suele atribuirse el diseño de este isotipo a Andy Warhol, ya que apareció por primera vez en la portada del álbum Sticky Fingers que sí había diseñado; sin embargo, en realidad su autor fue John Pasche, un joven diseñador que estudiaba en el Royal College of Art de Londres, al que le pagaron 50 libras por un logo para la compañía discográfica que estaban formando los Stones (Rolling Stones Records). Simboliza, básicamente, la boca grande y rebelde de Mick Jagger; y la lengua está inspirada en la diosa hindú de la energía eterna Kali, representando el uso de la libre expresión en su música.

9. Shell, Raymond Loewy (1971)

El origen de la petrolera Shell se remonta al de una pequeña empresa londinense que se dedicaba a las antigüedades, objetos curiosos y conchas marinas orientales. Estas se hicieron tan populares durante la época victoriana que su importación se volvió muy rentable para la compañía, así que enviaban queroseno al lejano oriente y se traían de vuelta unas cuantas conchas. Al principio, la del isotipo era de mejillón, pero desde 1904 se introdujo una concha de vieira; probablemente por ser el escudo de armas familiar de uno de los accionistas desde que sus antepasados hicieran el Camino de Santiago. El logo actual lo rediseñó Raymond Loewy en 1971 y se ha mantenido intacto desde entonces.

10. Nike, Carolyn Davidson (1971)

Fue una estudiante de diseño gráfico, Carolyn Davidson, de la Universidad de Portland, donde impartía clases de economía el fundador de Nike, Phil Knight, quien creó uno de los logos más icónicos que se recuerdan. Cobró 35$, aunque en 1983 Knight le regaló un anillo de oro y un sobre con 500 acciones de la compañía. La idea era que el logo transmitiera movimiento y Davidson se basó en el ala de la diosa griega Niké (de quien provenía el nombre de la empresa) para diseñar el famoso y dinámico símbolo conocido como «Swoosh». Lo curioso es que a Knight no le gustó, pero la necesidad urgente de tener un logo le llevó a aceptarlo. Y lo irónico es que, actualmente, con observar el isotipo ya sabemos que se trata de esa marca.

11. Apple, Rob Janoff (1976)

Sólo unas semanas después del lanzamiento de Apple Computer, Steve Jobs fue consciente de que convenía simplificar su logo. El publicista Rob Janoff, a quién se le encargó el rediseño, se fue a un supermercado y compró varias clases de manzanas para inspirarse. Les hizo todo tipo de cortes y le presentó a Jobs un diseño monocromático que representaba una manzana con un mordisco lateral. A Jobs le gustó pero le pidió a Janoff hacerlo más colorido para «humanizar la compañía», por lo que le añadió seis bandas de colores. Años más tarde, cuando Jobs regresó a la compañía que había fundado, se dio cuenta de que el diseño arcoíris se había quedado obsoleto; no obstante, el pictograma seguía siendo muy reconocible, por lo que desde 1998 prácticamente se recuperó la idea original de Janoff.

12. Star Wars, Joe Johnston (1977)

El logotipo de la saga espacial más conocida de la historia del cine ha sufrido numerosos cambios desde la versión original anterior a su estreno, creada por Ralph McQuarrie para el club de fans, pasando por la versión de Suzi Rice, a quien George Lucas le pidió que resultara «fascista», hasta la inconfundible versión panorámica definitiva de Joe Johnston. Si queréis conocer toda su evolución, pinchad aquí.

13. Los Cazafantasmas, Michael Gross (1984)

Es uno de los isotipos más reconocibles e icónicos del cine, diseñado por el productor de la película, Michael Gross, siguiendo las indicaciones del co-guionista y co-protagonista Dan Aykroyd. Tras 30 bocetos, el que más le gustó fue el que dejó dentro de la señal de prohibido. A quienes no les gustó nada fue a los de Harvey Comics, creadores de Casper, por el evidente parecido con su fantasma.

14. Instituto Cervantes, Enric Satué (1991)

Enric Satué explicaba así su imagotipo durante su presentación: «Un signo tan español como la eñe era el indicado para integrar esa imagen. Era lógico, porque es algo que puede expresar ese espíritu del Instituto Cervantes que busca dar a conocer la lengua española en el mundo». Satué situó la virgulilla de la eñe sobre una estructura que sugiere, según sus palabras, «una actitud abierta y amistosa, un lugar de encuentro con entrada franca, un centro de apoyo volcado al exterior».

15. Luna Azul, Arzu Fernández Andrés (2004)

Vale, no cabe duda de que este no es tan famoso, ni es aún tan relevante ni se puede considerar fundamental para la historia del diseño gráfico como los 14 anteriores, pero no me negaréis que es bonito. 😉

Referencias: graffica.info, brandemia.org, publicidadpixel.com, ticbeat.com, El País